Las e-gravel ya son toda una realidad desde hace un tiempo, y cada vez son más los fabricantes que presentan sus flamantes bicicletas eléctricas para esta disciplina, que ya ha dejado de ser una moda para asentarse en el mercado como una modalidad más. La última de ellas ha sido Canyon, donde el fabricante alemán ha electrizado a la Grail, su Gravel Bike, tomando como inspiración el cuadro de ésta para diseñar su nueva bicicleta eléctrica, por lo que también hereda, además de su espectacular aspecto, un manejo estable, ágil y preciso bajo una geometría con una posición de conducción más elevada que la Grail, lo que reduce la presión sobre la espalda y los hombros para que sea más cómoda, y un centro de gravedad más bajo para que esa estabilidad mencionada sea más palpable.
El cuadro está fabricado en fibra de carbono, donde gracias a las propiedades de este material y el diseño de puntos de contacto específicos para e-gravel, el carbono flexa y absorbe las vibraciones de los caminos y carreteras, logrando una comodidad muy grande al rodar.
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