Klasika Orbea Bilbao-Bizkaia: cuenta atrás


Cuenta atrás para la celebración de la Klasika Orbea Bilbao-Bizkaia 2019. Una prueba cicloturista inédita que se celebra el 28 de septiembre y que ofrece un exigente y bello recorrido de 128 kilómetros y 2.800 metros de desnivel. Estas son las credenciales de este nueva cita, con inicio y final en Bilbao, que aspira a convertirse en una gran fiesta del ciclismo vasco.

INSCRIPCIONES Y RECORRIDO DURO Las inscripciones para la Klasika avanzan a buen ritmo, por lo que en pocos días se alcanzará la cifra de 1.000 ciclistas inscritos, que es el límite marcado por la organización.


Aunque se trata de una prueba de medio fondo, el recorrido es ciertamente exigente. Los 128 kilómetros están salpicados de muros. En total, seis ascensiones; tres de ellas, cronometradas para añadir un poco más de salsa a la jornada: Balcón de Bizkaia, subida a Narbaniz y El Vivero, a 10 kilómetros de meta.

Será necesario emplear desarrollos adecuados para superar las rampas de hasta el 20%. Un piñón del 30, o incluso del 32, puede ser una buena opción para no sufrir en exceso. El trazado es auténticamente rompepiernas, y su máxima dureza -además- se concentra en la últimos kilómetros del recorrido. De ahí, la necesidad de regular los esfuerzos y no quemar naves antes de tiempo.

En cualquier caso, y para hacer más llevadero el esfuerzo, se han establecido cinco puntos de avituallamiento a lo largo del recorrido.

EMBAJADORES DE LA PRUEBA

A la fiesta se unirán muchas caras y entidades conocidas vinculadas al ciclismo vasco, comenzando por Fundación Euskadi. El día de la Klasika se establecerá un cajón de salida específico para que los más jóvenes compartan espacio con los corredores de la Fundación.

También habrá buena representación del Orbea Factory Team. Ibon Zugasti y Sandra Jordà ya han confirmado su asistencia.


La prueba contará también con la presencia del preparador y ultrafondista Mikel Azparren, los ex profesionales Igor Antón, Aitor Kintana, Marino Lejarreta y los hermanos González de Galdeano, o el triatleta eibarrés Pello Osoro.

Además de los nombrados, todavía aguardan algunas sorpresas para quienes aspiran a compartir pedaladas con caras conocidas de ciclismo de alto nivel.

FIESTA GRANDE

Otra de las particularidades de la prueba es que los dos últimos puertos (Urruztimendi y El Vivero) son los mismos que los profesionales recorrerán al final de la etapa de la Vuelta que finaliza este año en Bilbao.


Como se ha apuntado, uno de los objetivos es que la Orbea Klasika Bilbao-Bizkaia se convierta en una fiesta del ciclismo vasco. Y para ello, se ofrecerán diversas actividades festivas, como txarangas, talleres de pintura e hinchables para los niños y niñas, etc.

Más información: www.orbea.com


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