El ciclismo es un deporte increíblemente exigente, y optimizar cada aspecto de nuestra preparación y recuperación es clave para el éxito. Si bien la nutrición y el entrenamiento son fundamentales, a menudo pasamos por alto un aliado poderoso y simple: la aplicación de calor. Ya sea antes de montar en bici para calentar o después para recuperar, el calor puede ser un gran recurso y aliado. Siempre y cuando no tengas alguna enfermedad o lesión, donde el calor sea totalmente contraproducente, en ese caso, estos consejos, están totalmente desaconsejados, claro está.
Recomendaciones para que el calor sea tu mejor aliado
Antes de entrenar
Aunque el pedaleo es el mejor calentamiento, por lo que te recomendamos al menos pedalear suave unos 15 o 20 minutos para calentar las piernas, otra recomendación sería utilizar aplicar calor localmente antes de salir puede ofrecer beneficios adicionales, especialmente en días fríos o para ciclistas con dolores crónicos. Por ejemplo alguna crema calentadora, las hay, y muchas, en el mercado.
1. Aumento de la Flexibilidad Muscular
El calor incrementa la temperatura de los tejidos, reduciendo la viscosidad muscular. Los músculos calientes están más preparados para realizar deporte, ya que se vuelven más flexibles y se estiran con más facilidad que un músculo frío. Por lo que recomendamos estiramientos antes de realizar unn entreno o competición.
2. Prevenir lesiones gracias al calor
Otro gran punto a tener en cuenta es que al aplicar calor y mejorar la mencionada flexibilidad, se activa el flujo sanguíneo, reduciendo posibles lesiones, como el riesgo de desgarros musculares o contracturas al inicio del ejercicio. Lo que se podría denominar como "rotura en frío".
3. Mejora el rendimiento inicial de la actividad
Como ya puedes imaginar, un mejor flujo de sangre a los músculos de las piernas es igual a una mayor rapidez de llegada de oxígeno y nutrientes. Lo que se traduce en que te cueste menos iniciar un gran esfuerzo en la bicicleta.
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| Aplicar calor en ciclismo/ Crédito: Ultimate Bikes Magazine |
Post entrenamiento: acelerar la recuperación
La recuperación es sumamente importante en el ciclismo, como todo el deporte. En este punto el calor nos puede brindar mucha ayuda para que nuestro cuerpo se recupere con mayor facilidad, ayunándonos cosas tan fáciles como una ducha caliente (se puede alternar con agua fría), manta eléctrica o bolsas de agua caliente. Que ayudan a calmar el tejido muscular estresado por la actividad deportiva.
1. Relajación y aliviar las temidas agujetas
El calor es un potente relajante. Aplicarlo nos puede calmar las terminaciones nerviosas y a relajar los músculos que están tensos y acortados por la intensidad del esfuerzo, ayudando a aliviar esta rigidez muscular después del esfuerzo o incluso mitigar las temidas agujetas (DOMS).
2. Calor para aumentar el flujo sanguíneo
La aplicación de calor ayuda a acelerar la dilatación de los vasos sanguíneos (vasodilatación) y la circulación en la zona aplicada. Este aumento es crucial para aportar nutrientes, ya que lleva oxígeno y componentes reparadores a los músculos dañados, y eliminar los desechos, como los metabolitos y el temido ácido láctico que se acumula en el entrenamiento o competición.
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| Aplicar calor en ciclismo/ Crédito: Ultimate Bikes Magazine |
3. El calor como efecto relajante
Seguro que habéis tomado un baño caliente para relajaros en algún momento de vuestra vida. Pues en el deporte también es aplicable, y más es una sesión intensa, por lo que un baño caliente, tiene un inmenso valor psicológico. Ayudando a reducir el estrés y ayuda a la relajación, lo que es vital para una buena recuperación.
Consejos antes de la ruta
Como hemos comentado en los primeros puntos, las cremas de calor o geles térmicos específicos (con un suave masaje y evitando calores intensos), o incluso un calentador de cuello/hombros, como un "Buff" o braga de cuello, es muy aconsejable si sientes rigidez en esas partes del cuerpo, sobre todo en épocas de frío.
Consejos después de la ruta (en las primeras 48 horas)
Al llegar de la ruta es aconsejables el uso una esterilla o manta térmica en las zonas de mayor sobrecarga encima de la bicicleta, y más en sesiones largas o muy largas, donde la espalda baja o los cuádriceps sufren (ya depende de cada uno). Es recomendable aplicar el calor en sesiones de 15 a 20 minutos. ¡Pero cuidado si tienes una inflamación aguda (hinchazón, enrojecimiento)! Prioriza el frío primero. Y en caso de alguna duda, siempre acude al médico o fisioterapeuta para tratar algún tipo de lesión o problema que puedas tener.







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